La víctima había llegado el sábado último a un taller en la aldea Las Vegas y mediante engaños fue sujetado por individuos que le causaron daños en el intestino con aire comprimido.
Los médicos del hospital intentaron reconstruir el intestino al infante de diez años, pero los daños habían sido severos.
El presidente Otto Pérez, quien visitó ayer el centro asistencial, calificó el hecho como indignante y animó a la familia a que presentara la denuncia para que las fuerzas del Estado pudieran intervenir.
La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) se manifestó horrorizada por el “acto atroz, degradante e inhumano contra una persona indefensa”.