Cuando el martes por la tarde el obispo llegó para informarle oficialmente de su expulsión de la parroquia y de la apertura de un procedimiento canónico contra él, lo encontró ahorcado en la sacristía.
En el comunicado difundido en la página internet, la diócesis pide una oración por el alma del sacerdote y lamenta que el caso no haya podido seguir “el recorrido canónico y judicial” oportuno.