El Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Jutiapa entregó los cuerpos de las dos víctimas, a las 16 horas de ayer.

“Son unos malditos. Se hubieran llevado hasta la casa si querían, pero no le hubieran hecho daño a la familia. Son gente honrada y muy trabajadora que han salido adelante por el esfuerzo de todos”, aseguró Ondina López, vecina de El Progreso.

Raúl Ruano, esposo de Carrillo y abuelo de la menor, dijo: “Estoy destrozado. No tienen ni idea de lo que estoy viviendo. Ayer fui a hacer unos mandados a la capital y regresé como a las 15.30 horas. Venía contento para ver a mi esposa y a mi nieta, por lo que les pasé comprando unas golosinas, pero cuando llegué a la casa y me enteré de lo ocurrido, sentía que me moría”.

El vecino Alberto Gudiel mencionó que doña Everilda estaba muy contenta porque su hijo, Raúl Ruano, párroco de Santa Catarina Mita, tenía la oportunidad de estar cerca del Papa, en Brasil, desde donde se comunicaba con ella vía internet y le enviaba fotografías.

Según el poblador Julio Najarro, aunque las autoridades no han querido dar información acerca de estos crímenes, trascendió que hay dos hipótesis: una refiere que la familia era extorsionada y había sido amenazada con asesinar a integrantes por no pagar una cuota semanal de Q5 mil, y la otra indica que fueron víctimas de una banda de saqueadores de viviendas que opera desde hace tres años en ese lugar, y que la abuela y su nieta pudieron reconocer a los asaltantes, y para evitar que los delataran, las mataron.

Marvin Zepeda, alcalde de El Progreso, Jutiapa, expresó: “Espero que las autoridades investiguen estos casos, porque ya estamos cansados de lo que está sucediendo en esta región”.

Se conoció que vecinos de ese municipio investigan por cuenta propia, porque desconfían de la Policía, mientras las fuerzas de seguridad asignaron a un equipo para que aclare este caso.