El XI Censo Nacional de Población y el VI de Habitación se efectuó en el país el 2002, por lo que debió haber un conteo de población y vivienda en el 2007 y un censo completo en el 2012.

De esa cuenta, en el país se trabaja con estadísticas de 13 años de antigüedad, lo cual impacta en el impulso de políticas públicas.

La información imprecisa que se genera con proyecciones hace que la planificación del Estado en sus diferentes ámbitos no llene las expectativas.

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Analistas consultados señalan que la falta de datos actualizados en Educación, Salud, Gobernación y otros no permite conocer la realidad en áreas hospitalarias, vacunas para niños, planteles educativos, número de efectivos policiales y otras áreas sensibles.

Alejandra Contreras, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), señaló que el censo es vital para la conducción de políticas públicas, tanto en el diseño como en la planificación.

“Un censo permite conocer las condiciones de vida de la población en materia de saber cuántos somos, quiénes somos, qué grupos etarios están constituidos y cuál es la conformación de los hogares. Da indicios de fenómenos de migración. Por ejemplo, en niñez y adolescencia se conoce la composición de los hogares, cómo están constituidos los mismos”, expone.

Agregó que permite la planificación de políticas y definir una estrategia de desarrollo para el país, la provisión de bienes con enfoques de ciclos de vida, prevé la cantidad y calidad de bienes públicos y la magnitud de los recursos que se van a utilizar.

“Con el censo se puede determinar la cantidad de carreteras que se deben construir, servicios de salud que se deben proveer o de escuelas que hagan falta”, dijo Contreras.

Información vital

Jorge Lavarreda, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), coincidió con Contreras en que los censos son importantes tanto para políticas públicas como para la actividad económica.

“El censo sirve para todo el ciclo de las políticas públicas. Muchos resultados que nacen de ellas tienen que ver con aspectos de coberturas o indicadores, como tasas de homicidios respecto de la población. Si el dato denominador contiene un error, puede afectar en dos vías: que se adquieran muchos insumos con una población menor y menos insumos para una población mayor”, expresó Lavarreda.

Expuso que la recomendación técnica es que los censos se hagan cada 10 años. Con ello, las políticas públicas estarán diseñadas de acuerdo con la población beneficiaria. “Por dar un ejemplo, de hacer una política en Educación de cobertura hasta tercero básico, necesitamos saber cuánta es la población, y con base en ello saber cuántos docentes se necesitan, y en Salud es similar”.

Lavarreda dijo que las autoridades usan proyecciones que tienen un rango de error, y con el tiempo este aumenta y eso hace que sea más difícil ejecutar políticas públicas correctas.

“¿Cuánto movilizo de vacunas al municipio tal?, se pregunta, y se responde: Lo que puede pasar es que sobreestimamos o subestimamos los insumos”.

SIN PRESUPUESTO

Carlos Mancia, director de Censos y Encuestas del Instituto Nacional de Estadística (INE), manifestó que esa institución no cuenta con el presupuesto asignado para la elaboración de un censo, el cual tendría un costo de Q180 millones.

“La situación económica por la que ha pasado el país es una de las principales causas para no hacer un censo. Los fondos no los han trasladado al INE, podríamos decir que por cuestiones presupuestarias”, expuso.

Mancia señaló que el INE hace cálculos anuales. Por ejemplo, la proyección poblacional es de 15 millones 806 mil 673 habitantes, por lo que se supone que en el país hay 15.8 millones de personas.

Agregó que en lo que se refiere a tasas de natalidad y de mortalidad, el INE genera estadísticas vitales.

“Actualmente se trabaja con la información que proviene del Renap. Nos dan los datos de las personas que nacen y mueren. Esa información la trasladan de manera trimestral, y así es como alimentamos nuestras bases de datos”. dijo Mancia.

Contreras manifestó que dentro de la misma ejecución y evaluación de las políticas públicas, el censo es primordial porque permite evaluar cómo se están haciendo las cosas y si las políticas tienen el impacto previsto.

“Ahora se está hablando mucho de que la tasa de matriculación de preprimaria y primaria ha venido disminuyendo y se señalan los problemas del censo. Es importante conocer cuántos guatemaltecos somos, para verificar si los esfuerzos que se están haciendo tienen los resultados previstos”, expresó la economista.

Se ha mencionado que se hará el censo hasta que se reforme la Ley Electoral, y así evitar que crezca el número de diputados, el cual está relacionado con esta estadística.

Datos son imprecisos

Jorge Lavarreda, economista  del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), señaló que a pesar de que el INE hace proyecciones globales de población, no sé puede saber con exactitud los datos por edades.

“Las proyecciones globales de población  a nivel de país son más certeras,  pero en la medida que se quiere precisar cuántos niñas y niños hay entre 5 y 6 años en un municipio de Jutiapa, no se puede. La información disponible ya tiene un rango de error, y aparte hay que sumar las migraciones”, subrayó  Lavarreda.

El profesional considera  que es   importante  tener información actualizada, eficiente y eficaz para ejecutar las políticas públicas.

Medición  es prioritaria

El  director de Censos y Encuestas del Instituto Nacional de Estadística (INE), Carlos Mancia, consideró que  el censo es prioritario para la institución, pero dependerá de que se asignen los fondos.

Mancia señaló que a pesar de que los datos no están actualizados, el INE cuenta con proyecciones muy certeras.

“El INE mantiene actualizadas sus proyecciones de población, las cuales están disponibles hasta el 2020, y eso nos permite información por departamento, por municipio y por sexo”, manifestó el funcionario.

El experto indicó que  para diseñar sus   políticas públicas, el Ejecutivo   toma en cuenta las proyecciones planteadas porque es el dato oficial que proporciona el INE.

Se puede prevenir

La economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) Alejandra Contreras opinó  que para el país es importante el fenómeno de la migración, saber cuántas personas han tenido que abandonar el país, lo cual  afecta la formación de los hogares.

“Hay comunidades que pueden haberse visto desplazadas por estos fenómenos, o los mismos accidentes naturales como la tormenta tropical Ágatha, que arrasó  comunidades, y ahí no hay población”, dijo Contreras.

 La economista manifestó que el censo puede servir para hacer una política de riesgo respecto del cambio climático.

 “El censo no es solo saber cuántos somos, por lo que debe ser tomado con seriedad”, puntualizó.

Entrevista: “Se trabaja a ciegas”

El economista  Carlos Martínez ve con preocupación que el Estado no realice a corto plazo un censo, y con ello tener estadísticas más precisas que ayuden a planificar políticas públicas.

 ¿Es importante el censo?

Este es un aspecto preocupante, porque el censo que se está utilizando de referencia es  del 2002. Los datos que tiene  ese censo ya envejecieron, y no se puede saber cuál es la dinámica demográfica que tiene el país. El Estado actúa a ciegas en términos de diseño e impulso de políticas públicas.

¿Es posible  hacer un censo a corto plazo?

No hay perspectivas de cuándo se vaya a realizar un censo. Estamos en el 2015 y no se ve que esté planificado. Es un tema que debiera preocupar a la administración gubernamental y a todos los sectores del país.

¿Qué indicadores afectan  al no tener un censo reciente?

Por ejemplo, no sabemos a ciencia cierta los datos básicos de población, no sabemos cuál es la tasa de crecimiento de la población en este momento, no sabemos cómo está la estructura demográfica de la sociedad, no sabemos cuántos son los jóvenes, adultos mayores y los niños, ya que esos datos solo derivan de un censo.

¿Qué otros datos son imprecisos o se desconocen?

No podemos hacer un cálculo del producto interno bruto per cápita, es decir, indicadores muy esenciales  que nos sirvan para tomar decisiones cotidianas, tanto a la administración pública como a los actores privados. En el caso de la pobreza, los cálculos pueden ser muy efectivos.