Las cifras

El robo de celulares subió de mil 770 en el 2013 a 14 mil 641 el año pasado,  lo que equivale a 12 mil 871 casos más. Le sigue violencia contra la mujer, que pasó de 50 mil 893 en el primer año, a 57 mil 567 en el 2014. En tercer lugar figura el maltrato contra  menores de edad, con dos mil 270 denuncias más, y la extorsión, que subió de siete mil 270 a ocho mil 413 reportes.

Entre las cifras a la baja,  el robo directo descendió de 61 mil 465 a 28 mil 337 denuncias en el mismo período. Le sigue el robo agravado, con siete mil 514 casos menos; falsedad material, con tres mil 877 menos; hurto, con tres mil 806, y delitos contra las personas —delitos de acción privada—, con dos mil 193, lo cual es atribuido, por expertos, a la falta de confianza en las instituciones que hace que la gente no denuncie.

Evolución criminal

Adolfo Alarcón, experto en seguridad de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), señala que  la fluctuación obedece a la evolución del fenómeno criminal.

“Se va trasladando de actividad en actividad, así como de localidad en localidad, y para un año el robo de vehículos puede ser el más denunciado, pero en otro será la extorsión y en otro pueden repuntar los secuestros”, afirmó.

Refirió que también obedece a la forma en que reaccione el Gobierno, y recordó que en la década de 1990 los delitos de moda eran el secuestro y el robo de bancos, los cuales en la actualidad tienen cifras a la baja.

También indicó que hay conexiones entre la comisión de delitos, y cita por ejemplo que para las extorsiones se requiere de un teléfono celular, y para el secuestro, de vehículos y armas de fuego.  

Alarcón expuso que los ilícitos que más afectan a la sociedad guatemalteca incluyen la violencia contra la mujer y las extorsiones.

El primer delito  aumentó en seis mil 674 casos en relación con el 2013, y las extorsiones se incrementaron en mil 143 denuncias en igual período.

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Se requiere encuesta

Francisco Quezada, del Centro de Investigaciones Económicas Naciones (Cien), explicó que las variantes de las estadísticas no precisamente obedece a que la incidencia haya aumentado, sino únicamente a que se incrementó la denuncia.

Detalló que para  determinar los efectos de la incidencia criminal es necesaria una encuesta de victimización.

En lo que concierne a la baja en los homicidios reconoció que efectivamente hay una tendencia a la reducción, pese a que sigue siendo una cifra alta a escala mundial, porque son 31 por cada cien mil habitantes.

“Los estudios han demostrado que el ciudadano se siente inseguro cuando es objeto de robos. Ese robo pequeño, el que se da a diario,  impacta más a la población que un asesinato”, dijo Quezada.

Gary Estrada, del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales de Guatemala (Ieccpg), expresó que en el caso del robo y hurto de teléfonos celulares, lo que realmente  ha ocurrido es que la creación de un nuevo nombre del delito —robo de equipo terminal móvil— hizo que en este último recayeran las denuncias, pero  eso no significa que la comisión del  ilícito haya mostrado disminuciones. De ahí que exista una baja en el delito de robo, por lo que la tendencia se mantiene.

Lo contrario, señaló Estrada,  sucede con el delito de la violencia contra las mujeres, donde el órgano investigador formó una plataforma específica que generó confianza para que las víctimas denuncien. Algo similar ocurre con la visibilización de más casos de violencia en contra de niños.

Bloqueo de señal en cárceles

Ministro y Fiscal General difieren  

Mientras el ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, tiene la esperanza de que para el próximo mes se   cumpla con aumentar el bloqueo de señal en los presidios, para Thelma Aldana, fiscal general, esa prohibición no se alcanza, ya que las llamadas telefónicas siguen saliendo sin restricciones desde  las cárceles del país.

“Pensamos que ya, dentro de un mes, todo lo que hemos trabajado de forma conjunta, con análisis y evaluación, pueda ser solventado en un alto porcentaje, para que tengamos un buen cumplimiento de la norma. No puedo precisarlo, pero sí con un alto porcentaje”, afirmó López Bonilla.

Aldana lo refutó y afirmó: “Desafortunadamente, tengo otro dato: siguen funcionando los teléfonos en diferentes centros   al cien por cien”.

Además, la funcionaria estima que no se ha bloqueado la señal, pues salen las mismas  llamadas de siempre y las extorsiones persisten.

“Debemos conversar con el ministro de Gobernación, para establecer su fuente y entonces tener claridad con  la situación del bloqueo de la señal”, enfatizó Aldana.

ILÍCITOS

Existe subregistro y poco seguimiento

Tres expertos coinciden en que hay subregistro de denuncias y que  eso obedece, entre otros  factores, al poco seguimiento  por parte del Ministerio Público, lo cual desmotiva a los afectados.

De acuerdo con el informe regional de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) 2013-2014, una de cada  cinco víctimas reporta haber sufrido algún tipo de robo en el último año —2012—.

“Lo anterior ayuda a explicar por qué para los latinoamericanos el delito común es considerado, en la mayoría de los países del estudio, como la amenaza principal, incluso por encima de la delincuencia  organizada y de las pandillas criminales”, cita el PNUD.

Francisco Quezada, del Cien, señaló que las víctimas ya no están denunciando en el caso del robo, salvo que sea de documentos.

“Las personas saben que es muy poco el seguimiento que se le da —en el MP—, entonces no hay una motivación para hacerlo”, aseveró Quezada.

Adolfo Alarcón, de Asíes, refirió que el subregistro siempre existe por diversas circunstancias y que incluso el informe sobre seguridad del PNUD lo menciona. En los países del área hay un subregistro de casos que “nunca ingresan al sistema de justicia. Hay un subregistro,  no se reportan y los datos podrían ser mayores”, indicó el experto de Asíes.

Según Gary Estrada, del Iccpg, todo depende del nivel de confiabilidad que las instituciones generen.

“Los porcentajes pueden variar dependiendo del nivel de confiabilidad de las dependencias, porque cuando esto sucede —confianza— se reduce el subregistro”, refirió.

DATO

1 de cada 5 víctimas de robo reporta el hecho.