La vida es corta

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Y debemos entender que todas las decisiones y acciones que ejecutemos mientras estemos en este mundo incidirán luego de nuestra muerte física, en nuestro destino eterno, sin entrar en polémicas religiosas y respetando las creencias de cada quien.

Nuestro paso por la vida no es un camino fácil de recorrer, sino una senda compleja que trae diferentes obstáculos y retos,  que hay que vencer.  

Vivir es una experiencia que requiere coraje, aprendizaje, conocimiento, inteligencia, sentido común y sabiduría. Para alcanzar en alguna etapa,  madurez y solidez en nuestra existencia. De lo contrario simplemente pasaríamos por este mundo, inadvertidos, sin dejar una huella en la humanidad.

Debemos disfrutar y aprovechar la oportunidad de crecer cada día como seres humanos y de incidir en la vida de otras personas, al punto de poder cambiar su destino de manera positiva.

El ser humano… ¡La creación más perfecta de Dios!, capaz de hacer cosas inimaginables, creativas y bellas. Individuos con pensamientos, sentimientos, ideas, y emociones. Eso somos, seres racionales, diseñados para hacer cosas buenas, puras y nobles que nos conducen a la felicidad.

Mientras hay vida, hay esperanza,  y tiempo para cambiar, para mejorar. Tanto para superarnos nosotros mismos, como para poder compartir y disfrutar a nuestros familiares y amigos.

Y en todas las etapas de nuestra vida, vale la pena vivir cada día como que fuese el último, pensando que quizás mañana no habrá otra oportunidad. Seamos felices hoy y hagamos lo bueno ahora. Hay una bella frase de la Madre Teresa de Calcuta que dice así: “Voy a pasar por la vida una sola vez, cualquier cosa buena que yo pueda hacer o alguna amabilidad que pueda hacer a algún humano  debo hacerlo ahora, porque no pasaré de nuevo por ahí…”.

Por eso hablando un poco de la tradición de llevar flores al panteón de nuestros familiares y amigos que ya han fallecido, es mejor que cuando estén vivos seamos buenos y justos, demostremos nuestros sentimientos, cuidémoslos y honrémoslos. Las flores es mejor darlas en vida y además el amor se demuestra más con obras, que  con palabras,  para que cuando nuestros seres queridos partan a ese viaje sin retorno, nuestro corazón esté  lleno de satisfacción por haber demostrado nuestros sentimientos. Cambie de actitud, porque la vida no da nuevas oportunidades todos los días.

Imagen_es_percepcion@yahoo.com

ESCRITO POR:

Brenda Sanchinelli

MSc. en Relaciones Internacionales e Imagen Pública. Periodista, experta en Etiqueta. Dama de la Estrella de Italia. Foodie, apasionada por la buena mesa, compartiendo mis experiencias en las redes.