La historia demuestra que las mayores transformaciones sociales en el mundo se han dado gracias al poder ejercido por el pueblo, cuando unidos por un mismo fin y hartos del poder abusivo luchan entregando aun hasta su propia vida, para gestar un cambio.

Nuestra sociedad ha callado por largo tiempo y es el momento de empezar a participar activamente; entiéndase que participar no es solo salir a las calles a protestar a favor o en contra de algo, votar en las elecciones o expresar puntos de vista; la mayor y mejor participación se da cuando el pueblo es parte de la toma de decisiones, cuestionándose las acciones de los gobernantes. No es posible pensar en un “gobierno eficiente”, que siga tomando las decisiones de modo unilateral, paternalista y vertical.

Ni dignidad, ni excelencia.

Hablando de la elección a Contralor General de la Nación, que se encuentra en un punto muerto, debido a la división que impera dentro la Postuladora, la parte positiva de este proceso es que ha quedado evidenciado que el grupo de los decanos está haciendo su trabajo con dignidad y honestidad —exceptuando a los decanos de la Universidad Rural y el de la Usac, que por cierto con su actitud ponen muy en mal a las instituciones que representan— de los colegios profesionales. Está el grupo de Excelencia Profesional, que apoya a Sergio Pérez, y otro grupo denominado Dignidad Profesional, que promueve a Carlos Mencos. Estos candidatos  han tenido una oportunidad y han probado con “hechos fehacientes” que no son capaces de hacer un buen trabajo, para el cual se necesita valor y determinación. No servilismo y cobardía, que es como estos señores han actuado.

En este proceso de postulación  ha habido grandes diferencias y cambios positivos, en comparación con otros de la misma índole; primero, porque los decanos —exceptuando algunas manzanas podridas— han demostrado que sí se puede realizar un trabajo transparente y verdaderamente profesional. Es lógico que por lo mismo se haya retrasado, porque es la lucha del bien contra el mal. Y no es una tarea sencilla luchar porque prevalezca la verdad, cuando se está rodeado de tiburones en un mar de corrupción. Complicada tarea tiene la Comisión, cuyo voto a favor o en contra de los aspirantes deberá ser público, razonado y expreso.

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