Guatemala

Pierden fuerza los oficialistas en la Corte Suprema de Justicia

El oficialismo no consiguió los 16 aspirantes a magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que pretendía, ya que solamente alcanzó 10, y el grupo afín al abogado Roberto López Villatoro logró nueve. Los siete restantes respondieron a cuotas de los decanos y consensos de los magistrados de Apelaciones.

Comisión de Postulación reanuda votación. (Foto Prensa Libre: Paulo Raquec)

Comisión de Postulación reanuda votación. (Foto Prensa Libre: Paulo Raquec)

La elección de los 26  aspirantes a magistraturas de la CSJ estuvo marcada por deslealtades y falta de acuerdos.

El oficialismo vio perder su fuerza en la composición de la nómina   tras la acometida del grupo de  López Villatoro.

Seis horas se demoraron para elegir una decena de candidatos, el domingo último, hasta que el flujo de la votación se detuvo cuando Juan Carlos Godínez, uno de los operadores, abandonó la lista.

Solamente cuatro magistrados más serían electos en la misma jornada. La moneda de cambio por la exclusión de Godínez fue la salida del magistrado Luis Pineda, el operador del oficialismo en las comisiones de Apelación.

Horas más tarde los magistrados comandados por López Villatoro dejaron fuera también al secretario general de la Presidencia, Gustavo Martínez.

Traiciones

Cuando la penúltima ronda de votaciones terminó, la madrugada del lunes, el comisionado Fredy Cabrera admitió que ya no habría más elegidos y así fue. Martínez quedó fuera.

Tres o cuatro semanas atrás, el secretario general  de la Presidencia admitió que se reunió con López Villatoro y   con cada uno de los  siete magistrados de Apelaciones que le son afines, quienes ofrecieron su voto. No obstante, la madrugada del lunes votaron en contra, con excepción de dos de ellos.

“Sabíamos que si Martínez y Pineda no pasaban en la primera vuelta no lo harían en repechaje —segunda vuelta de votación—.  Especialmente Martínez tenía veto”, admitió el comisionado Cabrera.

 Los empleados de la Secretaría General de la Presidencia dieron cuenta de visitas casi semanales  de López Villatoro, aun sin que hubiera sido   tiempo de elecciones, para reunirse con Martínez, con quien ha reconocido su “amistad”.

Pese a los resultados de la madrugada de ayer, las bases de la negociación estaban sentadas para que  Martínez pasara a integrar la nómina si Godínez también era elegido. Lo mismo sucedería con el magistrado  Pineda si su par Érick Álvarez era seleccionado, pero el acuerdo se rompió.
“Yo solamente era un aspirante que no obtuvo los votos suficientes”, dijo, lacónico, Pineda.

Comisionados entrevistados admitieron que   Juan de Dios Rodríguez,  presidente del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y que fungía como operador oficialista,  aprovechó el momento para aupar a la magistrada Brenda Quiñónez, quien ha trabajado con él y fue incorporada finalmente a la nómina.

Desde el viernes trascendió que el diputado Carlos López Girón, jefe del bloque de Todos y el primero contra quien se presentó una denuncia por tráfico de influencias,    se instaló en  un hotel de la zona 10  junto a otros afines a López Villatoro para coordinar un centro de monitoreo de elecciones del Poder Judicial, afirmó el diputado Orlando Blanco, y también magistrados de Apelaciones entrevistados.

Al rescate

Tanto el oficialismo como los afines a López Villatoro  sufrieron pérdidas.

Como si fuera el filme Rescatando al soldado Ryan, ambos grupos se dedicaron a la tarea, ayer en la mañana, de volver para salvar a los caídos.

Después de tres horas de negociaciones se acordó  una lista de 12 candidatos. Fueron elegidos por unanimidad  dos horas antes de que se venciera el plazo para entregar la nómina al Congreso.

Así fueron electos en segunda vuelta  Vitalina Orellana, Nidia Violeta Domínguez Tzunum y Sergio Amadeo Pineda.

También ingresaron de la misma forma en la lista Guillermo España, Nery Oswaldo Medina Méndez y Quiñónez, cercanos al Gobierno patriotista.

El  oficialismo jugó a tener un control previo y sobredimensionó las negociaciones, indicó el analista político Renzo Rosal.

“El de Roberto López es un capital propio y  móvil. Aunque haya negociado previamente suele recogerle la alfombra a quienes haya ofrecido el total respaldo y actúa con pragmatismo”, refirió.

Es usual que cuando los aspirantes que son postuladores a magistrados pasan a formar las nóminas algunos  incumplen los pactos. “Olvidan que el proceso no ha concluido y que todavía falta el tramo de la elección en el Congreso y ahí hay otro tipo de juegos extorsivos”, dijo Carmen Aída Ibarra, del Movimiento Projusticia.

Aún queda todavía la elección en el Congreso, donde el oficialismo podría cobrarse la factura de la exclusión de sus candidatos, indicó.

En el legislativo

Aunque ayer se recibieron los listados, los diputados aún no definen la modalidad que utilizarán para seleccionar a los nuevos magistrados de sala y de Apelaciones.

De acuerdo con el presidente del Congreso, Arístides Crespo, los listados serán presentados de manera formal a los jefes de bloques para que en conjunto se pueda establecer cómo se llevará a cabo la discusión.

Hace cinco años, los diputados establecieron cuotas o porcentajes de elección, por lo que dependiendo del número de diputados, las bancadas tenían un número específico de magistrados por elegir.

Leonel Soto Arango, diputado unionista, indicó: “La única forma que hay de elección es a través de cuotas, porque permite que cada bancada haga su análisis”.

Sin embargo, Juan José Porras, jefe del Partido Patriota, afirmó que aún no se han hecho los consensos para definir la forma en que se hará la elección, porque esperaban tener los listados en mano.

Prensa Libre intentó comunicarse con López Villatoro, pero no respondió su teléfono.