Revista D

Licencias maternas, avances y desafíos de las trabajadoras en Latinoamérica

Los cuidados especiales que requiere un recién nacido han ganado con el tiempo mejoras en la regulación laboral para la madre trabajadora y en algunos casos para el padre.

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En la mayoría de los países americanos, y en especial en Latinoamérica, el cuidado de los hijos es una tarea principalmente femenina. “Las disposiciones laborales que asumen al trabajador como un ciudadano con responsabilidades familiares siguen ligadas a las mujeres. Se trata principalmente de la licencia pre y postparto y la hora de lactancia”, señala la abogada boliviana Flavia Marco en la ponencia titulada El uso del tiempo y las posibilidades de armonizar empleo y familia en las legislaciones laborales.

“Los varones no figuran entre los destinatarios de estas medidas, claramente no se les asume como integrantes de una familia con las consecuentes responsabilidades o se supone que cuentan con alguien que pueda hacerse cargo de las necesidades de cuidado de sus familiares. Por otro lado, tampoco tienen derechos de paternidad”, añade.

En cifras

En Guatemala, como en la mayoría de países de este continente, las asalariadas cuentan con un promedio de tres meses de licencia de maternidad. Puntualmente 84 días efectivos —pre y posnatal—, con el goce del cien por cien del sueldo.

Esta cifra, sin embargo, es inferior al mínimo de 14 semanas (98 días) establecido en el Convenio 183 sobre Protección a la Maternidad de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), aprobado en el 2002. Una demanda vigente entre los movimientos de mujeres de la región.

Las guatemaltecas representan el 34 por ciento de la Población Económicamente Activa, de acuerdo con los últimos datos de la Encuesta Nacional de Empleo 2011, del INE.

Maritza Velásquez, de la Asociación de Trabajadoras del Hogar a Domicilio y Maquila, (Apradom), indica que las licencias de maternidad no son de momento una batalla laboral entre los grupos de mujeres. Los pequeños logros se negocian actualmente a través de los pactos colectivos en la iniciativa privada.

Aunque hay avances, el estudio Cuidado infantil y licencias parentales, efectuado por María Nieves Rico y Laura C. Pautassi para Comisión Económica para América Latina (Cepal) en el 2011, investigaron sobre las diferencias en las licencias de maternidad en la región para madres y padres. Reconocen que también se ha avanzado con equiparar los nacimientos con una adopción y extender el período de licencias para ellos.

El menor tiempo de permiso de maternidad lo tiene Honduras, con 70 días. Entre los países que cuentan con 84 días están Colombia, República Dominicana, México, El Salvador, Nicaragua, Ecuador, Paraguay y Uruguay.

Los que gozan de 90 días son Argentina, Perú y Bolivia. Y entre los que tienen mejores prebendas son Panamá, con 98 días; Costa Rica, 112 días; Cuba y Venezuela, con 126 días; y Brasil, que en el sector privado ofrece 120 días, y en el público, 180 días.

Licencias paternas

Entre los países de la región que no cuentan con licencias de paternidad están México, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Bolivia, cita el estudio. Y los que ofrecen dos días de permiso, además de Guatemala, son República Dominicana y Paraguay.

En América del Sur, Argentina permite de dos a 20 días, según la región; Perú, cuatro; Brasil, cinco; Colombia, ocho; Ecuador 10; Venezuela, 14; y el país más generoso es Cuba, con 180 días.

Lactancia

El período de permiso por lactancia también observa diferencias entre los países. En Guatemala, como en la mayoría de la región, se permite una hora diaria para amamantar al bebé durante un lapso de 10 meses. De manera que el infante goza de esta atención hasta cumplir un año.

En Venezuela y Ecuador este permiso es de dos horas al día durante el primer año, y en Uruguay, en el sector público, se otorga media jornada.

Logros

Hay países que superan esta ventaja con creces, y Chile es uno de ellos. Desde el 2011 otorga la licencia de maternidad más larga en la región: seis meses más un período prenatal de seis semanas, y un permiso de hasta 42 días para el padre.

En ese momento, el entonces presidente, Sebastián Piñera, afirmó que la nueva legislación permitirá que “la relación entre la madre y el hijo recién nacido sea más tierna y redunde en una mejor salud física, mental y emocional para los niños, en una familia más fuerte y en una sociedad más sana y plena”.

En una entrevista, Pautassi dio a conocer que las licencias parentales aún no son suficientes para armonizar la crianza de los hijos y el trabajo. “Flexibilizar horarios, argumenta, aumenta la productividad de los trabajadores y se reconoce un trabajo que por lo general se invisibiliza”.

Europa y la fertilidad

Los países europeos gozan de licencias parentales más amplias: parten desde las 14 semanas en Alemania, hasta las 18 semanas en Dinamarca o el Reino Unido, según el estudio de Carmen Castro García y María Pazos Morán.

La crisis demográfica en Europa busca incrementar su población joven, una batalla que en los países en desarrollo quizá se ve a la inversa. Guatemala, por ejemplo, cuenta con una de las tasas de fecundidad más altas en la región —3.6 hijos por mujer—, según el Fondo de Población de Naciones Unidas en el 2011. Otra de las interrogantes que quedan es si los permisos laborales en los hombres han logrado avances para que asuman la crianza de los hijos.

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