Vida

Delicado baile brota en la niñez

"El alma del filósofo habita en su cabeza; el alma del poeta, en su corazón; el alma del cantante reside en su garganta. Pero el alma de la bailarina tiene su morada en todo su cuerpo", fue la acertada descripción del  poeta y novelista libanés Gibran Khalil Gibran sobre la sublime expresión  dancística.

La gracia que le impregnan las niñas a la adaptación del ballet La princesa Florinne y pájaro azul, aunada a los ágiles movimientos, es el resultado de largas horas de práctica tanto en clase como en casa. (Foto Prensa Libre: Brenda Martínez)

La gracia que le impregnan las niñas a la adaptación del ballet La princesa Florinne y pájaro azul, aunada a los ágiles movimientos, es el resultado de largas horas de práctica tanto en clase como en casa. (Foto Prensa Libre: Brenda Martínez)

CIUDAD DE GUATEMALA – Desde los primeros años,  niños y niñas pueden adentrarse en el fastuoso mundo del ballet y aprender a transmitir bellas historias mediante delicados y bien coordinados movimientos, lo que ayuda en su desarrollo físico y  mental.

Como en  toda disciplina, no puede faltar un período de calentamiento. En este ejercicio las niñas aprenden a flexibilizar pies y espalda. (Foto Prensa Libre: Brenda Martínez)

“La edad ideal para comenzar a practicar ballet es a los 8 o 9 años, para luego continuar de  manera profesional. Pero hay niñas que pueden tener una etapa preparativa, a los 3 o 4 años, cuando ya pueden seguir instrucciones”, explicaron ayer Clarybell y Luisa Flores, instructoras de ballet de la academia Danzarte, durante  El Consultorio.

| LEA TAMBIÉN: Ballet Moderno rescata tradiciones |


Acostadas, las  pequeñas practican posiciones que luego recrearan de pie. El objetivo es ejercitar la postura vertical. (Foto Prensa Libre: Brenda Martínez)

“El ballet no solo es un arte sino un deporte por la exigente preparación”, dijeron las expertas.   Esta disciplina contribuye a  que los pequeños desarrollen equilibrio y concentración,   a mejorar la postura y a elevar su autoestima y seguridad.

La gracia que le impregnan las niñas a la adaptación del ballet La princesa Florinne y pájaro azul, aunada a los ágiles movimientos, es el resultado de largas horas de práctica tanto en clase como en casa. (Foto Prensa Libre: Brenda Martínez)

La clave es tener constancia  y perseverancia, tanto de parte de los pequeños como de los padres. 

Contacto: Danzarte, teléfono 4662-6874; correo electrónico danzarte2007@gmail.com

| LEA TAMBIÉN: Un viaje de elegancia de la mano del Ballet de Kiev |

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.